La cruda realidad del barrio, una guerra que se volvió normal y la angustia constante por los ‘desparecidos’ de la ciudad entre las balas, hacen parte de la temática de la nueva canción del rapero antioqueño Fly So High llamada ‘Ciudad silencio’, la cual está disponible desde hoy en las plataformas digitales como Deezer, Spotify, Amazon, entre otras.
“Para el que no está (las experiencias), para el que se fue (los recuerdos), siempre vivirás (están presentes), no te olvidaré (los llevo dentro)”, es parte del coro de este tema, en el cual FLY SO HIGH hay frases duras como “Este pueblo no tiene voz, si la tuviese gritaría”.
El rapero, que hace parte de la familia JM WORLD MUSIC, también grabó un video muy conceptual de este nuevo tema social, aunque estará disponible en los próximos días en el Canal de YouTube (Fly So High). Además, este pegajoso tema ha tenido una grana cogida y ya hace parte de la playlist ‘Rap Colombia’ de Deezer.
FLY SO HIGH, que se destaca en el mundo del rap por temas como ‘Cuando rapees’, ‘Natural’, ‘Nada sé’, ‘Anónimo’, ‘El blues de mi sinrisa’, y muchos más, se destacó en sus inicios por ser gestor de iniciativas pedagógicas, así como por formar parte del grupo ‘Mandrágora’, que se disolvió en 2017, situación que le dio la oportunidad de lanzarse como solista.
“El hip hop es un fenómeno cultural, pero también tiene un discurso propio que es una filosofía de vida”.
Fly So High
Entrevista a Fly So High
¿De qué trata ‘Ciudad silencio’?
“Se llama ‘Ciudad silencio’, precisamente, porque acá hay muchas cosas que se nos volvieron normales. Por ejemplo, el barrio se calienta, pero ya son 30 o 40 años de guerra en la ciudad, entonces se nos volvió normal, la gente es apática. No creo en ese eufemismo de las fronteras invisibles, frontera es lo que está construyendo Trump o la Muralla China; no es normal que tengas la movilidad restringida en tu propio barrio y en tu propia ciudad en los que hay lugares a los que se puede pasar y otros que no, y acá se nos volvió en un asunto cotidiano. No es normal que nos maten un parcero o que caiga alguien y nos digamos ‘algo hizo’ o ‘fue por alguna razón’, entonces estas cosas alrededor de la guerra se nos volvieron normales, pero no solo es algo normal, sino que se nos volvió cultura. Ya para muchos ‘pelaos’ en el barrio ese es su referente de vida y quieren entrar al combo, entonces todo eso se nos volvió tan común tan paisaje que ya nadie dice absolutamente nada al respecto, normal. Pero esas cosas si uno las piensa no son normales… No es normal que vivamos con miedo, pagar una vacuna en el barrio ,por ejemplo por la vigilancia -eso es una extorsión-, entonces nadie alza la voz al respecto, por eso digo yo que ‘este pueblo no tiene voz, si la tuviese gritaría’”.
¿Por qué te apasiona tanto esta temática en el que se ve una ciudad muy compleja?
“En Monkyllaz casi todos somos del norte de la ciudad. Yo soy de Copacabana y muchos de los muchachos son de Niquía y hoy en día la guerra en Bello está muy ‘heavy’, entonces hay momentos, por ejemplo, en los que tenemos trabajo en el estudio en Itagüí y a veces los muchachos no pueden salir del barrio o a veces no se pueden quedar todo el tiempo que necesitamos, porque no pueden llegar tarde al barrio a ese que es su barrio, se criaron ahí y no se pueden mover. Hubo un tiempo en el que por 15 días seguidos el estudio estaba vacío y la energía densa, porque a ellos les estaban matando los amigos y tenían miedo de entrar a su propio barrio, entonces esa sensación, esa tensión que estábamos viviendo me impulsó a hacer este tema. Ya lo venía pensando, pero casualmente se da esta situación, pero cuando me pongo a pensarlo digamos que ha arreciado el conflicto en Bello, pero realmente toda la ciudad está caliente”.
Ahora que ya está la canción lista y en las diferentes plataformas ¿Qué sensación te deja este tema?
“La canción la escribo principalmente por representar a mis ‘panas’. Como decirles: ‘me estoy dando cuenta de las cosas, de la situación y quiero comunicarlo, expresarlo, verbalizarlo, porque necesitamos hablarlo, contarlo, sacarlo…’ Y espero que ellos se sientan representados y espero haber podido plasmar esa sensación de la manera correcta. Y espero que cada cual que esté viviendo una situación similar o ha pasado por ella, se sienta y se encuentre en esa canción. También para los caídos, para los parceros que nos mató de una u otra forma el conflicto de la guerra, porque acá en Colombia todos tenemos alguien que lo golpeó la guerra de alguna manera”.
Te gusta mucho estudiar y saber de varios temas ¿Por cuáles carreras has pasado?
“(Risas) He ‘mordido’ varias carreras. Inicié electrónica, no la terminé, y la otra fue informática musical, que tampoco terminé. Lo de electrónica fue un tema más con el mundo laboral, porque me gustaba mucho la carrera como tal, pero no me veía como ingeniero electrónico en mi vida. Ahora estoy estudiando Astronomía”.
¿Por qué te quedaste en la Astronomía?
“Porque ha sido una filia que he tenido siempre, es un gusto que he tenido desde muy ‘pelao’. Cuando recién salí del colegio no existía un pregrado de Astronomía en ningún lado y ahora está en la Universidad de Antioquia”.
¿Cómo crees que esto le aportará a tu carrera musical?
“Estudio Astronomía porque me gusta, pero también por razones filosóficas, en algún sentido. Creo que, en estos momentos, el mundo como tal, la humanidad estamos acabando los recursos, el cambio climático, las guerras, las situaciones en el ámbito político y social; es un momento en el que curiosamente se le está apostando fuerte a la exploración espacial, ¿por qué? Porque en algún momento el planeta nos va a quedar muy chiquito y vamos a tener que migrar y ya la ciencia lo sabe, y ya los poderosos lo saben y por eso personas como Elon Musk han concentrado su esfuerzo y su conocimiento a ese tema de la exploración espacial. Creo que nos va a tocar empezar a pensar de ahora en adelante como seres cósmicos, pertenecientes a algo que es más grande que nuestro barrio, que nuestra ciudad, que nuestro país, que nuestro planeta y es el cosmos, y creo que esa reflexión sobre el cosmos nos va a mostrar lo pequeños que somos y nos va a enseñar mucho sobre nuestro verdadero lugar en el universo, quizás no somos tan importantes”.
Usted hablaba sobre que el hip hop no es un género musical, ¿qué es?
“El hip hop es un fenómeno cultural, pero también tiene un discurso propio que es una filosofía de vida. Es una manera de ver el mundo, de entender las cosas, de tramitar los conflictos, de asumir lo cotidiano, de vivir, de forjar el carácter y el pensamiento. Sus expresiones artísticas fundamentales son el ‘break dance’, el ‘tornamecismo’, el ‘graffiti’ y el rapeo, que es lo que hacemos. A veces cuando se popularizan las cosas o se vulgarizan, la información no llega de la forma correcta, entonces la gente cree que el hip hop es música y es mucho más allá de eso. Es una manera de ver el mundo, es paz, es amor, es ética, es una manera de enfrentarse. El hip hop tiene un lenguaje propio”.
¿Cómo ves actualmente el rap en Medellín y Colombia?
“Es muy interesante. Yo creo que el rap varias veces a lo largo de su historia en el país ha tenido varios picos, momentos en los que se ha destacado y ha planteado su voz al respecto de. Creo que este es un momento muy interesante, porque de todas esas veces que se ha parado en la raya y ha sido popular en el país, este es un momento donde van a pasar cosas muy interesantes porque hay mucho qué decir en el país”.
¿Por qué cree que está pasando esto?
“Tiene que ver también con el trabajo de muchas personas. Acá hubo una escuela de hip hop donde se alcanzó a reivindicar la identidad cultural del hip hop, porque antes ser un ‘hoper’ era malo, el que era rapero era peligroso y había mucho tabú al respecto. Ahora ser rapero no es tan malo, aunque todavía hay cierto sesgo, pero hoy está de moda ser rapero, por así decirlo. En el camino hemos aprendido a convertir nuestros proyectos en unas verdaderas empresas. Ahora estamos contando un montón de cosas y hay mucha gente que está escuchando rap y no es rapera, lo que está pasando es que el hip hop le está hablando a todos”.
¿Cómo definirías tu estilo?
“Mi estilo es mordaz, juguetón y crítico (risas). Yo soy de letras que cuestionan la relación con nuestro contexto o que expresen mi sensibilidad esencial. Mi manera de expresarlo es metafórica, soy un ‘storyteller’, un contador de historias, técnicamente digamos es mucho ‘flow’, juego mucho con el ritmo y me gusta reinventarme, porque no me gusta estar haciendo todo el tiempo lo mismo, entonces sí, soy algo mordaz, algo juguetón y reflexiono mucho sobre qué es lo que pasa”.
¿Qué hace feliz a Fly?
“Muchas cosas, entre ellas rapear. Para mi es un asunto que necesito, me genera demasiado placer, me divierte demasiado. La creación de la canción, cuando toco en el escenario, la grabación en el estudio o solo escuchando rap todos los días, eso me da mucha felicidad. Pero no es lo único, es lo que más felicidad me da, porque algo que también me da felicidad es aprender, soy muy curioso, entonces todo el tiempo estoy devorando información que después se expresa en mi música. Espero que todo eso que aprenda lo pueda poner en un discurso que les llegue a las demás personas”.
¿Qué viene?
“Viene otro EP que va a ser con Juanjo y luego voy a tirar un álbum que será para el otro año”.